Uno de los factores primordiales para poder exprimir al máximo el rendimiento de una planta existente es tener un conocimiento pleno de su tipología, geometría, entorno, materiales empleados, períodos y condiciones de garantía, etc. En muchos casos, el cliente final desconoce completamente estos factores, algo por otra parte lógico, pero es fundamental que al menos esté totalmente seguro de que sus recursos están siendo utilizados de manera óptima. El propósito de la auditoría es precisamente éste, consistiendo en la inspección de su planta en todos los aspectos mencionados e incluso alguno adicional, como es la inspección termográfica, y la elaboración de un informe de evaluación del estado de su inversión, así como un catálogo de recomendaciones y de líneas de actuación a seguir para mejorar el rendimiento obtenido.

Nuestro servicio de mantenimiento constituye por sí mismo una auditoría continua, que incluye un informe de análisis anual (adicional a los informes mensuales).